Si buscas un propósito de Año Nuevo que te conecte con lo auténtico, con lo inolvidable, Sevilla debe estar en tu lista. Y qué mejor manera de explorar esta joya del sur de España que alojándote con nosotros en el Hotel boutique Plácido y Grata, un refugio de tranquilidad dónde dejarte cuidar mientras disfrutas de la arquitectura y el diseño.
El escritor Antonio Gala, lo resumió de forma contundente: “Sevilla, posiblemente, sea la ciudad más bonita del mundo”. Y no es difícil entender por qué. Sevilla no sólo se visita; se vive y se siente en cada esquina, en cada aroma y en cada luz que inunda sus calles. La ciudad, bañada por su clima cálido, es una combinación perfecta de belleza natural y legado histórico.
Uno de los símbolos más reconocibles de Sevilla es el río Guadalquivir, el alma líquida de la ciudad. Este majestuoso río ha sido testigo del paso del tiempo y de la evolución de Sevilla desde la época romana hasta la era de los descubrimientos. A su vera se levantan joyas como la Torre del Oro, un vestigio de la Sevilla medieval que sigue siendo un faro de historia. Pasear por su ribera, ya sea a pie o en bicicleta, es una experiencia que conecta con la esencia más pura de la ciudad.
Perderse en el barrio de Santa Cruz es descubrir la Sevilla más auténtica. Este pintoresco rincón, antiguo barrio judío, es un laberinto de callejuelas empedradas y casas encaladas con patios rebosantes de geranios. Cada esquina guarda un secreto, una leyenda o una vista inesperada. Es el lugar ideal para dejarse llevar sin mapa, disfrutando del susurro de una guitarra flamenca.
En este barrio histórico también encontrarás pequeños bares y tabernas donde la gastronomía local cobra vida. Aquí, el tapeo es más que una tradición; es una forma de celebrar la vida. Desde un gazpacho fresquito hasta el icónico pescaíto frito, cada plato es un homenaje a la riqueza culinaria de Sevilla.
Hablar de Sevilla es hablar de monumentos que trascienden el tiempo. La Catedral de Sevilla, con su imponente tamaño, no sólo es la catedral gótica más grande del mundo, sino también un museo vivo de historias y curiosidades. En su interior, la Puerta del Lagarto guarda reliquias exóticas como un colmillo de elefante y un cocodrilo, regalos de un sultán al rey Alfonso X, que hacen de esta catedral un puente entre culturas y épocas.
A su lado, la Giralda se alza como un símbolo de la ciudad. Desde su cima, Sevilla se despliega en todo su esplendor: los tejados rojizos, las calles serpenteantes y los reflejos dorados del Guadalquivir. En lo alto, el Giraldillo, la escultura de bronce más grande del Renacimiento, vigila la ciudad con una elegancia que desafía el paso del tiempo.
Otro imprescindible es el Real Alcázar, uno de los palacios reales más antiguos del mundo. Este enclave, que mezcla estilos arquitectónicos como el mudéjar y el gótico, ha sido residencia de monarcas y escenario de historias épicas, incluidas algunas filmadas para series como Juego de Tronos. Sus jardines, un oasis de paz y belleza, son ideales para pasear mientras los rayos del sol juegan entre las hojas.
El encanto de Sevilla no se limita a su historia o sus monumentos; la ciudad vibra con una energía única que se siente en su música, su gastronomía y sus festividades. Durante la Semana Santa, las procesiones llenan las calles de devoción y solemnidad, mientras que la Feria de Abril transforma Sevilla en una explosión de color, alegría y tradición.
Si tu propósito de año nuevo incluye deleitar la diversión, Sevilla no te decepcionará. En Triana, el barrio del arte flamenco, la pasión se respira en cada rincón, desde sus pequeñas tabernas hasta sus icónicos tablaos.
Aunque Sevilla respira historia, también abraza la modernidad con elegancia. Las Setas de Sevilla, en la Plaza de la Encarnación, son un ejemplo de arquitectura contemporánea que se integra perfectamente en el tejido urbano. Este espectacular diseño de madera laminada, conocido oficialmente como Metropol Parasol, ofrece vistas panorámicas de la ciudad y alberga un mercado y un museo arqueológico.
Cada aventura necesita un hogar, y el Hotel boutique Plácido y Grata es mucho más que un lugar donde descansar. Este oasis, situado en el corazón de la ciudad, es el punto de partida perfecto para explorar todo lo que Sevilla tiene que ofrecer. Con su diseño cuidado y su atención a los detalles, el hotel refleja el alma de Sevilla: cálida, sofisticada y auténtica.
Este año, cumple con tu propósito y deja que Sevilla sea el escenario de tus nuevos comienzos. Porque Sevilla no solo se ve; se siente, se escucha y se vive en cada momento. Y desde el Hotel boutique Plácido y Grata, te prometemos que haremos que tu experiencia sea aún más inolvidable.
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