Como diseñadora de interiores, Mariona siempre ha trabajado en el ámbito de la arquitectura y el diseño. Sin embargo, en su práctica artística se atreve a ir más allá de la forma y el volumen para centrarse en las emociones que los colores pueden transmitir.
Con un léxico geométrico cuidadosamente elaborado y una variada paleta, las pinturas de Mariona no solo buscan interactuar con los espectadores, sino también con el espacio en el que habitan.
Os esperamos en “Color y Emoción”, la exposición en solitario de la artista Mariona Espinet, que podréis ver en el Hotel Plácido y Grata desde el 4 de octubre hasta finales de mes.
¿Qué te llevó a lanzarte a explorar la pintura?
Mi pasión por el color ha sido una parte fundamental de mi creatividad. Creo mucho en la psicología del mismo, en cómo este nos puede hablar y hacernos sentir ciertas emociones, conectándonos con nuestra vida interior; el alma.
A lo largo de mi trayectoria como interiorista, mis interiores siempre han estado llenos de color. Así es como comencé a pintar. Cuando no me dejaban usar el color en su totalidad en los espacios, yo les ofrecía poner una nota de color en los hogares con mis lienzos. Así hasta día de hoy, que me dedico enteramente a la pintura; es mi refugio para sacar mi faceta más entusiasta, transformadora y artesanal.
En tu obra, además de mostrar una gran sensibilidad por el color, también hay una cierta apreciación del espacio. ¿Cómo combinas tu práctica en el diseño de interiores y la pintura?
En las dos prácticas hablo fundamentalmente del hogar, “lugares para el estar”. A diferencia de la arquitectura, la pintura me permite abrir un espacio alejado del peso arquitectónico tangible y puedo experimentar con otras materialidades más fluidas, que tienen que ver con la emoción que despiertan las formas, volúmenes y los colores.
Aunque en mi opinión, el arte y el diseño de interiores se complementan. El arte es una extensión del diseño, ambos tienen como objetivo brindar armonía, belleza y comodidad a la persona que vive en ese lugar, y como resultado, mejora su calidad de vida.
¿Cómo has abordado tu reciente exposición en Plácido y Grata?
Me ha servido como una oportunidad de presentar mi nueva colección, en la que me centro en desafiar la rigidez geométrica tan característica de mis obras, llevándola a una experimentación mayor, con gran libertad creativa. Hablo de una naturaleza flexible como la del textil, haciendo trazos con óleo al azar, dando lugar a la improvisación propia del proceso creativo y a la imperfección. Asumo y abrazo lo imprevisto sorprendiéndome ante lo inesperado.
También expondré algunas piezas de mis primeras colecciones para entender la evolución y ver el denominador común de mis piezas, el color y las formas, la geometría y la voluntad de generar un espacio agradable.
¿Cómo sientes que conversan tus obras con el espacio expositivo del hotel?
Me gusta la combinación porque el hotel es como si fuese un lienzo en blanco; un espacio neutro, elegante, lleno de luz y sensibilidad donde mis obras actúan dando ese punto de energía y color que logran contrastar de forma muy armoniosa.
¿Cómo describirías tu proceso de trabajo en el estudio?
La palabra que mejor lo definiría es “fluir”. No tengo rutina, no tengo calendario. Entro en mi estudio y empiezo. Para empezar a crear colecciones nuevas, no tengo sketches en mente ni dibujos, sino que fluyo y a ver qué sale, y el resultado suele ser positivo. Cuando tengo encargos, una parte fundamental de mi trabajo consiste en la creación de los colores, adaptando mis diseños para que encajen completamente con el espacio donde estarán colocadas.
Otro aspecto esencial es cuidar mi creatividad y vida interior. Esto es algo que viene de dentro y lo más importante es creer en uno mismo. Crear sin temer al fracaso es algo muy difícil, pero es lo que me hace progresar como artista, salir de mi zona de confort y ser honesta conmigo misma.
¿Cuáles son tus referentes artísticos, aquellas figuras o movimientos que más te han influenciado en tu trayectoria?
Mi obra está muy influenciada por mi carrera como interiorista. Desde pequeña he estado rodeada de diseño y este ha sido siempre mi pasión. Mis composiciones de estilo abstracto evocan cierta influencia de movimientos artísticos del siglo XX como el Constructivismo, el Suprematismo o el Neoplasticismo. También estoy muy influenciada por el gran diseñador Ettore Sottsass. Sus creaciones de formas y colores me inspiran mucho, así como sus esculturas totémicas y sus dibujos.
¿Algún proyecto en el horizonte del que nos puedas hablar?
Tengo un proyecto en mente: llevar mis pinturas más allá del lienzo, extrapolarlas a objetos decorativos de la casa como lámparas, tejidos, alfombras…
Sevilla acogerá tu obra durante el mes de octubre. ¿Qué te inspira esta ciudad?
Sevilla me inspira alegría. Mis obras son explosiones de color y mezclas de formas curvas y rectas, que me recuerdan a la arquitectura de estilo mudéjar, e incluso la combinación de colores variados de mis pinturas puede recordar a las tradiciones y folclore típico de Sevilla.
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