Bastida es un estudio de diseño y marca de ropa de trabajo premium establecido en Barcelona por Marta Soldevilla y Nagore Vitallé.
Procedentes del ámbito de la moda y las artes visuales, ambas se conocieron mientras trabajaban en una marca pionera en sostenibilidad, y fue precisamente ahí donde sintieron la necesidad de diseñar ropa consciente para el día a día.
Vieron cómo crear una colección permanente de prendas y accesorios que fueran prácticos y cómodos podrían mejorar las condiciones de los trabajadores, y así fue como nació Bastida.
Su nombre procede de la palabra “andamio” en catalán, lo cual ya transmite la idea de la construcción, mientras que “bastida” también es un nombre femenino, subrayando así su interés en diseñar ropa para mujeres, evitando el enfoque unisex de “uno queda bien a todos” de las prendas de uniforme.
En el proyecto realizado para la indumentaria de los empleados de Plácido y Grata se inspiraron en la historia y arquitectura del hotel; resultando en una colección de prendas en tonos neutros y cálidos en consonancia con el diseño e interiorismo y que, ante todo, son cómodas y destilan una elegancia atemporal.
¿Cómo surge Bastida? ¿En qué momento sois conscientes de la necesidad de una indumentaria de trabajo de calidad?
Vemos la ropa de trabajo como un camino hacia la sostenibilidad real dentro del mundo de la indumentaria. Nuestro objetivo es hacer reflexionar sobre los valores que apoyas cuando consumes y poder ofrecer una colección permanente para cubrir la necesidad de la gente que simplemente necesita vestirse; algo tan útil como podría ser una cuchara para comer.
A nosotras mismas nos surge esa necesidad de tener un uniforme cómodo y fácil de combinar para nuestra rutina diaria. Poco a poco hemos ido desarrollando esta idea y mediante los proyectos que hemos realizado corroboramos la necesidad real de reconducir y reinventar la ropa de trabajo hacia una propuesta de más valor.
Contadnos un poco acerca de vuestros procesos de diseño y trabajo.
Siempre partimos de un concepto o un valor y vamos desgranándolo para quedarnos con la esencia y poder traducirla al lenguaje de la indumentaria con la ayuda de referentes visuales, materiales, volúmenes y texturas. Al tener un background artístico, siempre buscamos contar historias.
Nos gusta pensar que nuestro trabajo está más relacionado con el diseño de producto que con la moda. Nuestro lema es “La forma sigue a la función”. Eso sí, ninguna es menos que la otra. Al embarcarnos en un proyecto es primordial entender el trabajo que se va a realizar, la funcionalidad e intencionalidad que hay detrás de la ropa.
¿Cómo definiríais el estilo de Bastida?
Limpio, elegante, atemporal y lo suficiente fuerte para que cada uno se lo pueda hacer a su manera. Tiene un punto futurista, es una manera de hablar de cómo el uniforme viene de la tradición, pero es el futuro.
Salta a la vista la influencia japonesa, ésta viene dada por la admiración que sentimos hacia su cultura de la uniformidad y la artesanía.
Señaláis la falta habitual de un aporte femenino en el diseño de prendas de uniforme. ¿En qué aspectos habéis puesto vosotras especial atención?
Vemos en el uniforme una oportunidad de luchar en contra de las desigualdades de la mujer en el área laboral, ya que éste juega un papel muy importante.
¿Cómo te sientes cuando un pantalón no es cómodo o el escote te resulta demasiado abierto? Muchos uniformes se diseñan para hombre y simplemente lo entallan o cambian de color para mujer. Estamos trabajando en alternativas, desarrollando patrones que atiendan a las diferencias de los cuerpos. Queremos resaltar la diversificación, siempre teniendo en cuenta la comodidad para todo tipo de personas.
¿Cómo sentís vosotras el efecto que tiene la ropa que llevamos cuando trabajamos?
Lo más importante es estar cómodo contigo mismo y que la ropa te facilite la actividad que vas a realizar. En numerosas situaciones hemos sentido que no llevamos la ropa adecuada para realizar algunas actividades físicas, ya sea porque no es cómoda al movimiento o por miedo a dañarla.
Llevar una ropa adecuada es primordial para desarrollar una actividad con toda la atención que ésta necesita. Si además añadimos que es un trabajo de cara al público, existe una dimensión psicológica del efecto que tiene nuestra ropa en cómo nos perciben, incluso puede influir en la actitud hacia los demás. Algo que deberían tener muy en cuenta las empresas, a la hora de buscar la excelencia de sus trabajadores y cuidar los valores que transmiten.
Una de las virtudes del uniforme, es que te permite desconectar de tu trabajo muy fácilmente cuando te cambias, un acto/ritual físico para dejar atrás tu trabajo.
¿Cómo están siendo recibidos los diseños y servicios de Bastida? ¿Alguna colaboración señalada?
Muy positivamente, tenemos la sensación de ofrecer un servicio nuevo que no estaba muy presente anteriormente. En numerosas ocasiones nos encontramos con clientes que no conocían lo que podemos llegar a ofrecer y siempre nos gusta explicarles las muchas y diferentes posibilidades que podemos desarrollar.
Hemos tenido la suerte de rodearnos de proyectos y personas muy inspiradoras como Formaje, Plácido y Grata, Santa & Cole, entre otros, con las que seguimos manteniendo relación.
Ahora mismo, estamos trabajando con un nuevo restaurante que abrirá en Madrid y con un coleccionista de muebles con quien estamos desarrollando un proyecto más creativo y conceptual.
Por otro lado, mucha gente que trabaja en talleres de cerámica y madera, nos está suplicando que saquemos una línea enfocada a este tipo de actividades más artesanales. ¡Tenemos muchas ganas!
¿Cómo fue la colaboración con el hotel boutique Plácido y Grata?
El proyecto que hicimos para Plácido y Grata fue un proyecto de dirección artística y asesoramiento del vestuario del hotel. El uniforme está compuesto de prendas de la colección de Bastida combinadas con prendas de otras marcas.
El objetivo era transmitir a través de la ropa la calidez y elegancia del espacio, dando pie a una curación de prendas con tejidos que apelan a la ropa de estar en casa pero con formas limpias y elegantes. El color juega el mismo papel, los colores terrosos y neutros hablan del pasado, el presente y el futuro del hotel.
¿Pensáis que en el momento actual se valoran más el diseño y los productos locales, sostenibles y de calidad?
En general sí, pero algunos sectores lo valoran más que otros. Desde la perspectiva del sector hostelero, con el que hemos tenido más relación este último año; todo el producto que sea más local, el de la tierra, las bebidas naturales, y hasta la ropa, se valora. Cada vez hay más movimiento en el mercado, sin embargo, es muy difícil llegar a la gran mayoría, ya que las industrias grandes siguen pisando fuerte y es difícil competir.
Nosotras seguimos positivas y con ganas de impulsar un consumo más responsable y eco-consciente y luchar en contra del “greenwashing” y el consumo compulsivo.
¿Qué planes tenéis para el presente/futuro de Bastida?
Ahora mismo, estamos trabajando con un nuevo restaurante que abrirá en Madrid y con un coleccionista de muebles con quien estamos desarrollando un proyecto más creativo y conceptual.
Por otro lado, mucha gente que trabaja en talleres de cerámica y madera, nos está suplicando que saquemos una línea enfocada a este tipo de actividades más artesanales. ¡Tenemos muchas ganas!
En el futuro, nos encantaría poder ampliar nuestra gama de productos y poder llegar a diferentes profesionales con más variedad a la hora de elegir su indumentaria.
Obtendrás una bebida de bienvenida y nuestra mejor tarifa disponible