Moda, diseño y arte se dan la mano en este proyecto, aunando así los principales intereses de su creador, el artista Rafael García Forcada, quien comenzó sus andanzas hace ya casi 20 años.
La Importadora es un espacio diáfano y elegante en el que predomina un cierto sentido industrial en su arquitectura, y que establece un diálogo con artículos de marcas internacionales cuidadosamente seleccionadas, perfumes, mobiliario, así como obras y creaciones de su propio fundador.
Hablamos con el artífice de este espacio tan singular acerca de La Importadora y de su próxima exposición, que podrá contemplarse en las estancias Plácido y Grata próximamente.
La Importadora es un establecimiento con un carácter muy original. ¿Cómo definirías tú mismo este proyecto?
La Importadora es un espacio que está en continuo cambio, nunca parece el mismo cada vez que vas. La música que suena en nuestro local es importante, el perfume que el espacio desprende es muy característico, y todos los elementos se pueden desmontar, haciendo que éste sea un espacio vivo.
¿Qué podemos encontrar en tu tienda?
Tenemos diseños tanto como nacionales e internacionales para chico como para chica, una extensa gama de perfumería de nicho y hogar francesas y españolas, así como la colección propia que se fabrica in situ, ofreciendo la posibilidad a los clientes de crear su propio modelo en el color y talla que deseen a partir de nuestra colección, que siempre está continuo crecimiento.
Todo esto está complementado por multitud de obras mías y por piezas de decoración nacionales muy seleccionadas, alfombras de importación, complementos, etc
En definitiva, La importadora es todo lo que tengo en mi cabeza y me apetece mostrar al público.
¿Qué te llevó a fundar un espacio así en Sevilla, y ahora también en A Coruña?
La importadora comienza en el 2003 como una tienda enfocada al interiorismo. Tras un año, y debido a que yo me he criado entre diseños de moda, quise introducir también este aspecto. Durante los 5 primeros años me enfoqué en traer piezas especiales de decoración de todas partes del mundo y marcas que entonces eran desconocidas en Sevilla creadas por jóvenes diseñadores como Ion Fiz, Eduard Ballester, Jon Otaola.
Al cabo de 6 años me trasladé al barrio del centro, donde aún sigo en la actualidad, en un local con aires arquitectónicos que me recuerdan a los locales del soho neoyorquino. En ese espacio fue donde comenzó a fraguarse La Importadora en su máxima expresión.
Debido a mi carácter inquieto y a un afán de contínua búsqueda para que mis clientes se sientan siempre satisfechos, creé Gaarciaforcada, mi propia marca de moda femenina, hace ya 11 años. Ésta tiene como fin crear un fondo de armario para eventos; es una línea slow fashion que bebe de los estilos que van de los años 20 a los 50, obteniendo así una serie de modelos que nunca pasan de moda
La Importadora es mucho más que una tienda; es un espacio para la creatividad y una experiencia en sí misma. ¿Puedes hablarnos un poco acerca de las actividades que allí se dan?
Durante años, en La Importadora se hicieron exposiciones de gran éxito, presentaciones de libros, pequeños conciertos e incluso obras de microteatro, situándose en el panorama sevillano como una de los espacios más punteros en la ciudad.
Este es un local de techos altos, industrial y diáfano donde todo participaba de todo, moda, decoración y a la vez funcionaba como galería de arte ya que yo soy licenciado en pintura.
Hablando de tu faceta como artista, hemos oído que pronto tendrás una exposición en Plácido y Grata. ¿Puedes desvelarnos algunos detalles sobre esto? ¿Cómo ves que respira tu obra este entorno?
He elegido este espacio porque Plácido y Grata no solo es un hotel, sino un sitio donde tienen lugar experiencias: desde el desayuno, ir a tomar un café, disfrutar del patio y de un entorno tranquilo. No solo los clientes sino también la gente de a pie.
Esta es una exposición especialmente centrada en los bodegones y pensé que iba a encajar muy bien en las salas del hotel. Este es un lugar especial que respira calma, buen gusto, y es muy diferente a todos los hoteles que hay en Sevilla. La arquitectura está muy cuidada, con pocos elementos muy bien seleccionados. Pienso que la obra que yo hago es bastante fresca; naturalismo abstracto de pincelada muy suelta que va a encajar bastante bien en este espacio.
Sevilla tiene un color especial… o muchos. ¿De qué colores está formada tu propia “paleta sevillana”?
Mi paleta es bastante neutra y personal. Siempre parto de una grisalla, así que el blanco y el negro están muy presentes, y de ahí ya voy coloreando con varios tonos. Uso mucho el blanco pero no como el color en pasta en sí, sino más como reserva, guardando el fondo del formato. De ahí que mi obra sea muy reconocible por su paleta.
Esto también le aporta mucha luz a la pintura y tiene como resultado que la obra esté a medio terminar para que los espectadores puedan jugar a completar la imagen y la obra.
¿Qué lugares de Sevilla que te inspiran en tu trabajo?
Sevilla no solo tiene un color especial, sino que también tiene una luz especial. Es una ciudad monumental, llena de lugares inspiradores. Cualquier paseo por la ciudad, por el río, el barrio Santa Cruz o el centro, un mercadillo de antigüedades, parques con arboledas… todo es realmente inspirador. Es donde me he criado, y he estudiado Bellas Artes, especializándome en la rama de pintura. Desde hace 4 años vivo entre Sevilla y Coruña.
Esta serie comenzó justo cuando salimos del confinamiento. Le di mucha importancia al alimento, la idea de cuidarnos, el respeto a lo primordial y todo esto surgió en A Coruña. Me pude tomar mucho tiempo para estar tranquilo y calmado -pese a que la situación era rara y tensa- porque me permitió parar y desconectar. Así recuperé el ritmo que yo había tenido como pintor y me vino bastante bien para crear, concentrarme, estar tranquilo y darle forma a esta serie que, como muchas otras, empiezo y prosiguen en el tiempo o bien las vuelvo a retomar al cabo de los años.
Suelo tratar figuras, paisaje o bodegón, pero esta vez me he centrado en esto último y siento que me ayuda muchísimo a descubrir algunos aspectos de la pintura después de 20 años.
La Importadora Shop & Gallery
C/ Perez Galdos, 2
Sevilla
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