Alojarse en Plácido y Grata cuando se viaja a Sevilla es una excelente opción. No solo se trata de un encantador hotel boutique convenientemente ubicado en el corazón de la ciudad, sino que también ofrece servicios muy interesantes que aportarán algunas vivencias extra a nuestra estancia, como el alquiler de bicicletas.
Por la mañana, ¡arranca tu día en nuestra cafetería! Nomad Coffee será el mejor combustible para pasar un día fuera descubriendo la ciudad desde el sillín. El menú también incluye opciones de desayuno ligeras, bollería recién hecha y platos de brunch con más sustancia para aquellos que estén planeando darlo todo y necesitan toda la energía del mundo.
Descubrir las imponentes calles de Sevilla a lomos de una de las bicicletas Veloretti que se encuentran disponibles en el hotel será una experiencia estupenda. Simplemente pregunta en recepción y en un segundo estarás echando a rodar por la calle. Las bicicletas “Caféracer” de Veloretti son un modelo de lo más clásico. Su cuadro a media altura la hace especialmente cómoda, independientemente de la ropa que lleves, y tienen una cesta sujeta a la parte delantera para que lleves tu bolso, cámara o los regalos inesperados que puedas comprar durante tu paseo.
Ámsterdam, Friburgo, Copenhague… Estas son algunas de las ciudades pro-bici más populares en el mundo, sin embargo, menos conocida en ese sentido, Sevilla también es una ciudad ciclista muy disfrutable. Esta es la mejor manera de moverse, y dado que es una ciudad plana, este será un paseo accesible para todos gracias a sus extensos carriles bici, con más de 180 km que cruzan la ciudad y conectan todos los barrios.
Cerca del hotel, en el centro de la ciudad, puedes pararte a admirar la majestuosidad de la Giralda, la torre del campanario que fue construida como el minarete para la mezquita de Sevilla, con una impresionante decoración de la época Almohade en su fachada. Este edificio ha sido nombrado como Patrimonio Mundial por la UNESCO junto a los vecinos Alcázares, el Archivo General de Indias y la Catedral, de la que se dice que es la 4ª iglesia más grande del mundo así como la más grande construida en estilo gótico.
El Paseo de Colón nos lleva a la Torre del Oro, en el Río Guadalquivir, donde podemos hacer un alto en el camino para admirar esta torre de vigilancia militar de forma dodecagonal. Este monumento almohade toma su nombre del destello dorado que proyecta en el río al atardecer debido a la naturaleza de los materiales con los que fue construida (una mezcla de mortero de cal y paja prensada).
Si sigues pedaleando por esta orilla del río, en dirección norte, te encontrarás en el “Monumento a la Tolerancia” del escultor vasco Eduardo Chillida, justo en el Muelle de la sal, frente al puente de Isabel II, de estilo decimonónico.
Lo que es especialmente interesante acerca de Sevilla es lo variada que es. Dirígete hacia la Plaza de la Encarnación para asombrarte con las vistas de las sorprendentemente futuristas “Setas de Sevilla”. Originalmente conocido como Metropol Parasol, las formas orgánicas en forma de 6 setas gigantes se ganaron el apelativo de esta edificación. Este es un hito de la arquitectura moderna erigido por el arquitecto alemán Jürgen Mayer, que es de lo más popular en la ciudad y se dice que la mayor estructura realizada en madera en el mundo. La construcción se organiza en cuatro niveles, que se componen de un museo de vestigios romanos y árabes, el Mercado Central y otros establecimientos, una plaza pública al aire libre y terrazas que ofrecen vistas panorámicas de la ciudad.
Sevilla es una ciudad llena de maravillas. ¡No olvides hacer fotos de cada maravilloso instante de este bonito paseo en bici!
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